Fuimos Pioneros en la transmision de futbol

Posted by Lobos de Mar on 3:16 a. m.

Hoy puede resultar impensado, ya que la velocidad de la información nos tiene acostumbrados a chequear los resultados al instante. Pero, a principios de siglo, una iniciativa de la siempre ocurrente y pasional hinchada tripera propuso utilizar palomas mensajeras para poder seguir el marcador cuando el equipo jugaba de visitante.
La historia cuenta que en el año 1918, en el contexto de una ciudad floreciente, un ilustre desconocido le propuso a Don Pedro -un recordado portero del club gimnasista- que utilizaran las palomas mensajeras que tenía en un altillo para transportar los resultados y así mitigar la ansiedad por conocer la suerte del equipo tripero cuando jugaba de visitante.
Para esta importante misión fue designado Domingo Molinari, un chico de 13 años que resultó pionero de las transmisiones vía paloma.
Con este objetivo, el joven hincha cargaba seis plumíferos en una canasta y tomaba el mismo tren en el que viajaba el plantel y también la hinchada (años remotos en los que jugadores e hinchas eran transportados por la misma pasión).
Una vez llegado al estadio visitante, Dominguito se disponía atento a seguir el partido y, ante cada gol o situación digna de ser comunicada, metía un papel en el anillo colocado en la pata del animal y lo soltaba a volar con rumbo a la ciudad de las diagonales. Según se sabe, las palomas remontaban vuelo, daban un par de giros sobre el lugar y regresaban con instinto infalible al lugar desde donde habían partido originalmente.
Alta en el cielo
José María Iturrería, presidente del museo gimnasista contó que “entre 20 y 30 minutos con viento a favor; eso es lo que tardaban en llegar cuando se jugaba en Capital Federal o Avellaneda”, pero no tuvo el dato certero en cuanto a los rivales o resultados precisos de estas primeras transmisiones seguidas por correo aéreo.
“Pero la historia que Horacio Ferretti rescató (del ostracismo) es cierta. De hecho, desde el museo pudimos constatar la existencia de unos Molinari que en aquella época eran socios” del Club Gimnasia y Esgrima La Plata, agregó.
Una de las dificultades que se le presentaban al joven Molinari era dosificar de manera estratégica la cantidad de aves para cada información. Es que sólo contaba con seis palomas, así que siempre debía reservar un par de aliados voladores hasta casi el final del cotejo. De este manera, en un mismo mensaje podía llegar a dar aviso de varios goles o detalles importantes del partido, ya que debía cuidar al máximo sus recursos para no quedarse sólo en resultados parciales y dejar con el corazón en la boca a los expectantes hinchas albiazules, ya que por ese entonces eran muy frecuentes las goleadas y era difícil arriesgar la sentencia de “partido liquidado”.


Mas Info CLICK