El partido de mañana no será uno más en la historia de Gimnasia. Darío Ortiz sabe de la importancia de lo que se juega, buscando un lugar en la Promoción, y en conferencia de prensa recordó cómo agarró el equipo cuando asumió y la posibilidad que tiene ahora.
"Me hubiera encantado ganarle a boca porque terminábamos con dos victorias, tres empates y dos derrotas, hubiera sido un ciclo bueno" comenzó diciendo el Indio, para luego advertir que "voy a marcar dos situaciones desde que asumí".
"Cuando asumí estábamos cuatro puntos abajo, debutamos con Quilmes y tuvimos una autoridad barbara" remarcó primero, para luego señalar que "en la ultima conferencia, que podía ser la última, parecíamos descendidos y tenemos una nueva chance, hay que tener memoria, hoy estamos acá y nadie daba nada por nosotros".
Empezando a hablar del partido, subrayó que "los jugadores saben que queda esto y nada más, no hay que salir a defenderse, hay que jugar duro, el error en un partido cuesta, no es la Promoción que si lo cometes en el primer partido te podés recuperar, ahora no, lo sabemos Pompei y yo".
Y siguiendo con el tema, recalcó "que sea la voluntad de Dios lo que suceda, yo hice todo, vivo pensando en esto, no vivo en mi casa, mi familia está nerviosa, lo vivimos de una forma distinta a otro cuerpo técnico, lo noto en la calle, la gente te alienta y me dolería por ellos".
"Uno quiere a la institución, los jugadores también, no es fácil jugar en esta situación, si te va mal es un golpe duro, tengo fe que nos va a ir bien, estoy convencido, que sea la voluntad de Dios" completó.
Para finalizar, dejó el esperanzador mensaje a los hinchas, afirmando que "le digo a los hinchas que no se sientan defraudados por mí y por el equipo, vamos a dar todo como en todos los partidos, salvo ante All Boys siempre hubo ganas, actitud", y reconoció que "el otro dia vi lagrimas de Capurro y Encina, para los que dicen que los que vienen de afuera no se comprometen, les dije que muestren esa bronca mañana".

Conferencia del Indio


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